viernes, 25 de diciembre de 2009

YA NACIO...EN TU PESEBRE??

María dio a luz a su hijo primogénito,
y lo envolvió en pañales, y lo recostó en un pesebre,
porque no había lugar para ellos en la hostería.(Lucas 2, 7)

Augusto, había ordenado un censo general y preparó así, sin saberlo, el cumplimiento de las profecías; María y José debieron trasladarse a Belén. Carentes de un techo hospitalario, se retiraron a una gruta que albergaba a un buey. ¡Allí fue donde nació el verdadero Señor del mundo! Envuelto en pobres pañales y acostado en un pesebre de piedra sobre un poco de paja, no fue calentado sino por el amor materno y paterno y por el aliento del buey de los pastores y el asno de los pobres viajeros. A estos homenajes se asoció toda la creación espiritual y material: los ángeles del cielo anunciaron al Salvador, primero al pueblo de Dios y a los humildes en la persona de los pastores, que acudieron a la gruta; después, una estrella misteriosa llevó a ella a los magos, primicias de la gentilidad y de los grandes.

Toda la tierra estaba entonces convidada a entrar en el divino redil.

¡Gloria a Dios y paz a los hombres!

MEDITACIÓNSOBRE LA NATIVIDAD DE JESÚS
La humildad brilla con admirable fulgor en el nacimiento de mi divino Maestro. Quiere nacer en un establo, de una madre pobre, esposa de un pobre artesano: todo en este misterio nos predica humildad. Aprendamos hoy lo que debemos amar y estimar; persuadámonos de que la verdadera grandeza de un cristiano consiste en imitar a Jesús .
El amor de Jesús por los hombres lo redujo a estado tan pobre y tan humilde. Quiso Jesús hacerse semejante a nosotros; respondamos a su amor haciéndonos semejantes a Él.
Él quiere nacer en nuestro corazón por la gracia;
no le neguemos la entrada y cuando esté en él,
conservémoslo mediante la práctica de las buenas obras.

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