sábado, 8 de mayo de 2010

Palabras a la madre desde el Vientre


¡Hola! Madre. Cuando yo estaba en tu vientre
siempre me soñaba envuelta entre tus caricias,
en un mundo lleno de alegrías.

Aún no sabía tu nombre, no sabía tu aspecto
y aún así te amaba tanto….
te amaba tanto que ya estando en tu vientre
me parecía que cada mes era una eternidad.

Así entre mis fantasías después de un siglo
que en realidad fueron nueve meses, moría por conocerte
aunque estaba nerviosa por no saber a lo que me enfrentaba
solo por mi mente una cosa pasaba “¿Cuál sería el
nombre de esa mujer
que tanto me amaba y con ansiedad en sus brazos me esperaba?”.

Un glorioso día cuando de un sueño dentro de ti yo disfrutaba
ya no aguantaba más quería verte, tocarte, sentirte conocerte
aunque todavía no sabía tu nombre con ese gran deseo
de estar entre tus brazos fue que vi la luz
por primera vez y pude gozar de tus maravillosos
abrazos aún no sabía cómo llamarte.

Después alentaste mis pasos, y me enseñaste la palabra
más bella del mundo “MAMÁ” y fue cuando supe el nombre
de esa mujer que tanto me amaba y con ansiedad en sus brazos me esperaba,
ahora m
e gusta decir esa palabra
y la repito una y mil veces con el amor que te mereces Mamá.

Y cuando tu cabello pinte blanco de canas
yo te cuidare como tú lo hacías conmigo,
siempre estaré para ti como tú siempre has estado para mí,
siempre te diré que eres mi madres querida
y gracias por haberme hecho una persona de bien,
mientras viva te diré…

¡TE AMO MADRE MIA!
Oración por la Mujer Embarazada

Padre que estás en los cielos, tengo en mi seno ahora un pequeñito, débil y vulnerable, que ya está transformando todo mi cuerpo y todo mi corazón.
¡Gracias por habérmelo confiado!
¡Gracia
s por permitirme acogerlo como María acogió a Jesús el día de la Anunciación!
¡Gracias por poder acogerlo como mi madre me acogió cuando sintió mi presencia en lo más íntimo de su ser.
Padre que nos amas, estoy maravillada ante esta vida tan secreta y palpitante, tan frágil y llena de promesas.
¡Gracias por haberme dado los ojos del corazón, que me permiten ya ver a este niño en un momento en que todavía no es visible.
Padre lleno de ternura, ayúdame a hacer cada día lo que puedo hacer para que este niño sea feliz.
Te pido, Padre de toda gracia, poder transmitir a este niño, toda la fe, la esperanza y el amor que llevo en mi corazón.
Por fin, te ruego, Padre, que nos guardes bajo tu amparo, a mi hijo que primero es tuyo, y a mí, ahora y siempre. Amén.

2 comentarios:

  1. Hermoso texto,
    un feliz día a todas las mamás.

    :)

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  2. Gracias Jorge...tu blog también es interesante!
    tiene bellos poemas y links muy cheveres, saludos.

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