lunes, 7 de marzo de 2011

POEMAS Y LEYENDA INSPIRADOS EN LA EXISTENCIA FEMENINA



para cada una
y porque no para ellos también
que tienen el privilegio de compartir con nosotras
nuestra valiosa existencia.

"Deseo que hoy experimentes paz dentro de ti,
que confíes que te encuentras exactamente donde debes estar,
que no olvides las posibilidades infinitas que nacen
de la confianza en ti misma y en otras/os,
que utilices los dones que has recibido y
que transmitas a otras/os el amor que se te ha dado.
Deseo que estés feliz contigo misma por lo que eres.
Deja esta sabiduría asentarse en tus huesos
y deja a tu alma cantar, bailar y amar libremente.
Está ahí para cada una de nosotras".

“Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti, este mundo no seria igual.”





Hay una Mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor
y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados...

Una Mujer... que siendo joven tiene la reflexión de una anciana...
y en la vejez, trabaja con el vigor de la juventud...

Una Mujer... que si es ignorante, descubre los secretos de la vida,
con más aciertos que un sabio... y si es instruida, se acomoda a la simplicidad de los niños...

Una Mujer... que siendo pobre, se satisface con la felicidad de los que ama... y siendo rica, daría con gusto su tesoro por no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud...

Una Mujer... que siendo vigorosa, se estremece con el vagido de un niño... y siendo débil, se reviste -a veces- con la bravura de un león...

Una Mujer... que mientras vive, no la sabemos estimar en la medida que corresponde... por que a su lado, todos los dolores se olvidan, todas las penas se borran... pero después de muerta, daríamos todo lo que somos... todo lo que tenemos... por mirarla de nuevo un solo instante... por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de sus labios...

Hay una Mujer...


¡Vuelve a ser Mujer!

Porque eres mucho más que la belleza
y mucho más que un cuerpo con una
llamarada de gozo entre los flancos.

Porque eres más que un vientre para el
Hijo y mucho más que la ilusión de un
Hombre que preñe tus silencios
y marque con su aliento tu camino.

Porque eres la mujer, el equilibrio,
la sensatez, la calma, la cordura.

Porque en tus manos guardas
bendiciones, hay paz en tus palabras
y estás hecha de aromas y ternura,
rompe ya tus espejos, renuncia a ser
fetiche y al metro con que miden tu figura
y amamanta la historia con tus pechos
de harina recobrando tu luz y tu estatura.

¡Vuelve a ser la mujer!

Vuelve a ser ese fuego donde arden el
amor y la decencia, vuelve a ser tierra firme
generosa y fecunda, vuelve a ser aire puro
que agite alas y brazos, vuelve a ser agua
limpia sin marcas ni amargura.

¡Vuelve a ser la mujer!

Ya no escuches más cantos de sirenas,
recupera tu esencia, tu destino,
te lo suplica un mundo que agoniza,
te lo reclama el hombre con su voz de
martillo, antes que se muera la esperanza,
antes que ya todo esté perdido



Cuenta la leyenda que al principio del mundo, cuando Dios
decidió crear a la mujer, encontró que había agotado todos los materiales
sólidos en el hombre y no tenía más de que disponer.

Ante este dilema y después de profunda meditación, hizo esto:.

Tomó la redondez de la luna, las suaves curvas de las olas, la tierna adhesión de la enredadera, el trémulo movimiento de las hojas...

La esbeltez de la palmera, el tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del ciervo…

La alegría del rayo del sol y las gotas del llanto de las nubes…

La inconstancia del viento y la fidelidad del perro. La timidez de la tórtola y la vanidad del pavo real…

La suavidad de la pluma del cisne, la dulzura de la paloma, la crueldad del tigre y la frialdad de la nieve…

Mezcló tan desiguales ingredientes, formó a la mujer y se la dio al hombre…

Después de una semana vino el hombre y le dijo:.

Señor, la criatura que me diste, me hace desdichado. Quiere toda mi atención.

Nunca me deja solo, charla intensamente, llora sin motivo. Se divierte en hacerme sufrir y vengo a devolvértela, porque No puedo vivir con ELLA.

Bien, contestó Dios y tomó a la mujer.

Pasó otra semana y volvió el hombre y le dijo:.

Señor me encuentro muy solo, desde que te devolví a la criatura que hiciste para mí.

Ella cantaba y jugaba a mi lado, me miraba con ternura y su mirada era una caricia.

Reía y su risa era música. Era hermosa a la vista y suave al tacto.
Devuélvemela porque No puedo vivir sin ella...

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